Por: Miriam de Urbina
La seguridad emocional es la base del futuro exitoso de los niños. El control adecuado de las emociones permitirá que los niños puedan gestionar las situaciones cotidianas y ser exitosos en lo que se propongan. Por eso es importante desarrollar esta seguridad desde temprana edad y continuar trabajando en ello hasta la adolescencia. Como dice Proverbios 22:6, “Instruye al niño en su camino”, lo cual inicia en la primera infancia. “Para que cuando sea grande no se aparte de él”. No hay mejor instructivo que esta palabra.
Aunque no hay ninguna receta médica que indique cómo se puede hacer, sí se pueden aplicar acciones que fomentarán el desarrollo de la seguridad; tanto en los más pequeños, como en los adolescentes.
Los factores que influyen en el desarrollo de autoestima y personalidad son muchos y deben iniciar en el fortalecimiento de un ambiente familiar estable, mostrando afecto de diferentes formas, aceptándolos tal y como son, reconociendo las habilidades de los niños y jóvenes y reforzándolas para que alcancen la madurez necesaria, que los llevará al éxito.
Recuerden siempre que un niño y un joven seguros de sí mismos, enfrentarán los retos, tomarán decisiones asertivas, resolverán los problemas adecuadamente y alcanzarán las metas y sus propios sueños.