Por Zully Morales:
Iniciamos el año escolar y parte de la experiencia del regreso a clases es ver la carita de asombro de los más pequeños.
Y uno de los momentos de asombro viene con esta pregunta incluida: ¿Qué me envió mami en la lonchera? Ellos mismos empiezan contando lo que traen y se sienten felices de lo que van a degustar en el momento de la merienda.
Sin embargo, es una de las tareas que nos preocupa, especialmente a las mamás que trabajan. Y pensando en ello, hemos preparado un listado de buenas prácticas que les pueden ayudar en esta necesidad.
- La organización es importante, puedes realizar un listado de lo que enviarás durante la semana. Puedes emplear plantillas de organizadores que ya hay en el mercado o bien hacer una lista desde tus notas en el teléfono móvil. La intención es que esto te permita anticipar las compras de los alimentos
- Realiza la lonchera con un fin en mente: “la salud de tu hijo” así no buscarás lo rápido sino lo saludable.
- Si tu hijo ya puede comunicar sus gustos y deseos, hazlo parte de la elección del menú, pueden llegar a acuerdos. Probablemente quiera elegir solo sus sabores favoritos y no necesariamente será balanceado y nutritivo.
- Incluye los grupos alimenticios en las proporciones sugeridas por los expertos en la alimentación. Es decir, frutas y vegetales las porciones mayores, luego las proteínas y por ultimo los carbohidratos.
- Ayúdate con esos platos que ya traen divisiones en grupos, no tienes que comprar el de más alto costo; puedes ser creativa y dividirlo utilizando capacillos o recipientes más pequeños.
- Evita enviar excesos de azúcares, harinas refinadas o alimentos procesados. El balance va de la mano de los alimentos preparados en casa y de origen orgánico.
- Coloca variedad en el menú, aunque le gusten las uvas verdes no es agradable comerlas cinco días de la semana.
- Si incluyes algún carbohidrato alto en contenido de azúcares, procura que sea muy ocasionalmente y equilibrarlo mandando más frutas y mucha agua pura. Estamos conscientes que debemos tener una sana relación con la comida.
- Utiliza moldes de galletas para cortar la fruta o el pan, ojitos comestibles o simplemente coloca una notita para alegrar el día, esa será una linda sorpresa para tu hijo, especialmente para los niños que tienden a comer poco o ser muy selectivos.
- Intenta incluir alimentos que dice no gustarle, no basta hacerlo una o dos veces… seguro cuando veas que al menos lo quiso probar, la sorprendida serás tú.
La diversión está en el momento de la preparación previa, permite que cada momento fomente la convivencia familia, el aprendizaje y el trabajo cooperativo.
¡Te invito a intentarlo!
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?
1ª Corintios 6:19a