Educación en casa

Por: María Laura de Arróliga

La educación en el hogar, conocida como Homeschool, data de más de cien años atrás y se centra en las raíces de la educación familiar, donde los principios, valores, temáticas y aspectos disciplinarios son muy propios de cada ambiente familiar en particular. La familia como centro de la educación, es una opción cada vez más popular y ha sido apoyada por aquellas familias que por una o varias razones sienten que el sistema tradicional no es apropiado para sus hijos.

Estas razones varían desde la insatisfacción de las opciones educativas presentes, las distintas religiones y filosofías, alguna necesidad específica, hasta la creencia que los niños no están progresando ni obteniendo lo que se pretende dentro de la estructura tradicional de educación.

Pero más allá de cuál sea el motivador para centrar la educación en casa, podemos decir que cada vez, más familias optan por este sistema. Hay países, como Estados Unidos, donde en el año 2020, según el National Home Education Research Institute, más de 2 millones de niños y jóvenes fueron parte de esta opción educativa, y el porcentaje crece rápidamente no solo en este país, sino también en varios países alrededor del mundo.

Quienes ya han tomado esta decisión a través de los años y los especialistas en educación, han exteriorizado una serie de aspectos positivos: flexibilidad y control de horario, espacio y modelos curriculares, fomento de la responsabilidad y autonomía del alumno, fortalecimiento de lazos familiares, incentivo de la creatividad, fomento de la organización personal, el ser autodidacta, organizado e independiente, incremento de la productividad,  construcción sólida de habilidades de la vida real y cotidiana, posibilidad de involucrarse en la comunidad y el servicio social, mayor participación en actividades extracurriculares y muchas más.

Es muy amplio el alcance que tiene un alumno educado en casa, tan amplio como sus sueños a alcanzar. Este alcance y el cumplimiento de todos esos sueños y metas se desarrollan en un ambiente familiar, siguiendo metodologías apropiadas a este sistema y avalados por una institución educativa autorizada. 

¿Es tiempo de cambios? ¿Tiempo de permitir que los niños y jóvenes entiendan no solo los contenidos, sino la importancia de la adquisición y utilidad de estos en la vida diaria? Si es así, quizás pensar en la educación a distancia, en el hogar es una buena opción.

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