Por: David Caballeros
Muchas veces podemos preguntarnos cómo puedo ser un líder cristiano, una frase tan repetida que hasta parece trillada. Pero no solo es una frase trillada sin significado, sino una frase que nos mete en un problema; nos lanza un desafío a ser ejemplo para las personas que nos rodean y más aún, llevarlas como líder hacia Dios. Nuestro liderazgo cristiano debería empezar al seguir a Cristo y aprender de su ejemplo para tomar los puntos clave del liderazgo cristiano y así poderlo aplicar a nuestras vidas.
Empecemos con una definición básica del liderazgo cristiano prestada de Bible.org, el liderazgo cristiano es el acto de influenciar y servir a otros ayudándolos a cumplir su propósito en Cristo. Esta definición se basa en la idea que nosotros debemos ser sirvientes en lugar de mandamases y que el propósito de nuestro liderazgo no es ganancia financiera o el poder, sino que llegar al propósito que se nos ha dado como cristianos. Con estos dos principios básicos del liderazgo cristiano, podemos entender porque es diferente del liderazgo como es visto en empresas o el gobierno, el liderazgo cristiano está basado en el espíritu de servicio, demostrado por Jesús. Este servicio nos lleva a ayudar a otros a encontrar a Dios y facilitar su camino al propósito que Dios ha puesto en sus vidas.
Ahora que hemos definido qué es el liderazgo cristiano, tenemos el segundo problema: ¿Cómo entonces practicamos ser líderes cristianos? Porque saber que debemos servir a otros y ayudarlos a encontrar su camino en Cristo es bueno, pero no nos da un plan de acción que podemos seguir. Algo que podemos hacer es seguir el ejemplo de Jesús. El liderazgo de Jesús se caracterizó por su compasión, amor, y servicio a otros, no lidero a través de amenazas o juegos de poder, sino que inspiró la lealtad de sus seguidores, al acercarse a ellos y mostrando que los podía llevar por un buen camino.
Te aconsejo que leas los evangelios con el liderazgo de Jesús en mente, y seguir e imitar a Jesús en tu propio liderazgo. Busca ser un líder sirviendo a otros, al ver que sirves estarán más dispuestos a ayudarte en lo que estás haciendo. Ama a las personas con las que trabajas, interésate por ellas y sus necesidades, de tal manera que formen una amistad que vaya más allá que solo una relación donde están trabajando por un pago. Sé compasivo en tu trato con tus colaboradores, la lealtad es inspirada cuando tus colaboradores se sienten entendidos y escuchados y esto solo se puede lograr al tener compasión por ellos cuando muestran sus necesidades. Esto no significa siempre ser compasivo y perdonar toda falta, sino que significa entender cuándo debes aflojar las reglas y cuándo debes ser disciplinario. Similarmente, amar no significa entrar en relaciones inapropiadas con otros trabajadores y servir no significa hacer el trabajo de otros cuando estos no lo quieren hacer. Finalmente, busca llevar a otros a Dios a través de tu ejemplo y guía, esta es la meta central del liderazgo cristiano.