-Por: Zully Morales
Después de iniciar el año escolar, podemos observar a los niños trabajando con autonomía y concentración. Escucho decir a quienes nos visitan: ¡Qué asombroso, todos trabajando “tan concentrados”! Se cumple en nuestras aulas la frase de María Montessori: “La mayor señal de éxito de un profesor es poder decir: Ahora los niños trabajan como si yo no existiera”.
Conseguir que nuestros niños lleguen a estos logros ha sido porque hemos provocado que las actividades sean interesantes para ellos, eso es gracias a la entrenada capacidad de observación y luego que los niños tienen la libertad de elegir, de investigar y de perfeccionar a través de la práctica constante. Elige porque así lo desea, porque simplemente está motivado.
Las actividades manipulativas y las manos representan una gran parte del cerebro (lo dice la neurociencia), eso quiere decir que la mayor parte de las neuronas están activas, están aprendiendo y se transforma en un aprendizaje significativo. Es así como se aprende más y lo que se aprende no solo a corto plazo, sino que se recuerda año tras año, incluso para siempre.
Si el niño está disfrutando de la actividad, con todo su cuerpo, el tiempo de permanencia será mayor y todavía aprenderán más. Nuestras guías ya no tendrán que esforzarse tanto porque llegarán todos los días diciendo: ¿Hoy qué me vas a presentar?
Si llega de visita a nuestro colegio, no se sorprenda de ver tan atentos y concentrados a nuestros chiquitos. ¡Para ese reto ya están preparados!